viernes, 18 de junio de 2010

Si estuvieras aquí...

Te contaría que quedé en lo del taller. Seguramente te alegrarías, me habrías dado mil consejos. Y encenderías el vigésimo cigarro del día.
Si estuvieras aquí te habría llamado hace rato para contarte lo que me pasa. Te habría ido a ver el fin de semana pasado.
Si estuvieras aquí las cosas serían una milésima de segundo más fácil.
Hoy me preguntaron si alguien se ha tomado el tiempo de entenderme, y tu fuiste la única persona que se me vino a la mente.
No te has aparecido últimamente. Aunque quizás hoy has estado todo el día presente.
Prometo escribirle a la Angelina.

domingo, 6 de junio de 2010

Dylan y yo


Anoche vi 'Mi historia sin mi' o 'I'm not there' acerca de la vida de Bob Dylan. Sólo puedo decir que me costó entenderla, porque no es la típica película biográfica, no es lineal, menos comercialmente digerible. Tal vez tenga que ver que no sé mucho sobre la historia de Dylan. Sólo sé que es el más grande trovador de los gringos, que sus canciones tienen mucho contenido, que el tipo es judío de apellido Zimmerman, y que defendía a los negros y obreros, es decir, a los más desvalidos. Y debe ser por eso que gente engrupía como yo engancha con estas personalidades. Pero sobre todo por esta canción, que más que gustarme, siento que la vivo. Y eso es cuático, y te das cuenta del peso de la música. Porque se supone que la escribió hace más de 40 años, y una pendeja posmoderna del tercer mundo la siente casi como su propia historia. Como su himno.

Hubo una época en que vestías tan elegante
Arrojabas una moneda de diez centavos a los vagabundos en tu mejor momento, no es así?
La gente te decía “cuidado muñeca, estás por caerte”
Pensabas que estaban bromeando
Solías reírte de todos aquellos que te rodeaban
Ahora no hablas tan alto
Ahora no pareces tan orgullosa
De tener que mendigar para tu próxima comida.
¿Qué tal se siente?
¿Qué tal se siente estar sin hogar?
Como un completo desconocido
Como una piedra rodante.
Has ido a los mejores colegios, señorita solitaria
Pero sabes que lo único que hacías ahí era chismosear
Y nunca nadie te enseñó como vivir en la calle
Y ahora te das cuenta de que tendrás que acostumbrarte
Decías que nunca te comprometerías
Con el misterioso vagabundo, pero ahora te das cuenta
Que no vende ninguna coartada
Mientras miras fijamente en el vacío de sus ojos
Y dices, ¿quieres hacer un trato?
¿Qué tal se siente?
¿Qué tal se siente estar sin hogar?
Como un completo desconocido
Como una piedra rodante.
Nunca te diste vuelta para mirar el ceño fruncido de los payasos
Cuando venían a hacer trucos para ti
Nunca comprendiste que eso no estaba bien
No debiste permitir que otros se dieran patadas por ti
Solías montar en el caballo cromado con tu diplomático
Que llevaba en sus hombros un gato siamés
¿No es duro descubrir
Que no era lo que parecía
Después de que te robara todo lo que pudo?
¿Qué tal se siente?
¿Qué tal se siente estar sin hogar?
Como un completo desconocido
Como una piedra rodante.
La princesa en el campanario y toda la gente linda
Están bebiendo, piensan que han triunfado
Intercambiando preciosos regalos
Más vale que te quites el anillo de diamantes y lo empeñes
Solías divertirte tanto
Con el andrajoso Napoleón y el lenguaje que usaba
Ve con él ahora, te llama, no puedes negarte
Cuando no tienes nada, no tienes nada que perder
Eres invisible ahora, no tienes secretos que ocultar.
¿Qué tal se siente?
¿Qué tal se siente estar sin hogar?
Como un completo desconocido
Como una piedra rodante.