martes, 19 de abril de 2011

Sobre esa tal emancipación

En la década de 1940, luego de la Segunda Guerra Mundial, el inglés George Orwell publicó La Granja de los Animales, en donde a modo de fábula, recrea la revolución organizada por los animales de una granja en contra del granjero de dicho lugar, a quien finalmente expulsan. Luego de lograr el objetivo que unía a todos los animales (el hombre como enemigo eterno de todo cuadrúpedo o ave), comienza a urdirse un nuevo sistema, que en un comienzo se presentó como la liberación de cada integrante de la granja, para finalmente terminar en una organización totalitaria. Para los entendidos, esta fábula podría ser una suerte de analogía de la situación que por aquel tiempo vivía la Unión Soviética.
Claramente, en este proyecto, algo fue truncado. No queda claro si la intención de los cerdos (líderes de la revolución) fue desde un comienzo apoderarse completamente del control de la granja o si en sus orígenes la ilusión de deshacerse del yugo del amo era algo genuino. Una realidad similar es la que se aprecia en aquel proceso que Chile experimentó según la historiografía; la llamada independencia.
Por todo lo anterior, propongo el concepto de Engaño como fundamental para comprender la construcción del Estado. En consecuencia, en un primer momento precisaremos a qué nos referimos con dicho término, para luego encontrar evidencia bibliográfica dentro de los textos sugeridos, contrastando ciertos planteamientos con bibliografía complementaria.
Según la Real Academia Española, Engaño implica diversas acepciones, entre ellas, la que más se adecúa a nuestra búsqueda consiste en falta de verdad en lo que se dice, hace, cree, piensa o discurre .
Durante décadas nuestro país detenta una gran estabilidad política que sería signo de un gobierno eficiente, pues ese supuesto orden posibilitaría el desarrollo social. Es así como el primer engaño que los autores desnudan se encuentra precisamente en una cita del cientista política Giovanni Sartori utilizada por Salazar, quien a propósito de dicha idea señala que (…) La estabilidad gubernamental indica mera duración; los gobiernos pueden tener larga vida y a la vez ser impotentes: su duración no constituye de manera alguna un indicador de eficiencia o eficacia . Para Salazar, reducir el éxito de un gobierno a su longevidad implicaría un reduccionismo, pues tendría que ser relacionado directamente con el genio de un estadista que dio durabilidad a su obra . En este caso la falacia, el engaño, es evidente, pues durante siglos hemos medido la solidez de nuestros gobernantes en relación a su paternalismo, autoritarismo y soberbia. Sin embargo, olvidamos las consecuencias de valorar este modelo portaliano, que ha anulado nuestras capacidades como actores sociales civiles: organización, información y participación, no sólo válida dentro de los códigos impuestos por las autoridades, sino también, instancias creadas por los mismos grupos sociales anónimos.
Asimismo, nos encontramos con la exposición de Collier respecto a algunos factores que influenciaron la progresiva escisión con la corona. El autor, al referirse a la escena prerrevolucionaria, considera de suma importancia el aspecto económico. Dentro de esta rama, resulta ineludible la tensión constante entre los intereses chilenos frente a los peruanos en la industria cerealera del siglo XVIII. El comercio exterior chileno, escribió Anselmo de la Cruz, estaba “gimiendo bajo el yugo peruano” . Y más abajo prosigue, afirmando que (…) la decisión peruana de resistir a todo trance, bien pudieron deberse en gran parte a este precedente de rivalidad y rencor . En estas líneas se aprecia una clara condescendencia hacia los intereses chilenos en desventaja de los peruanos. El recelo y desconfianza hacia los países vecinos es una visión arraigada en nuestra sociedad, fruto de una enseñanza basada en principios nacionalistas y chauvinistas. No obstante, aparecen autores que desmienten esta imagen engañosa, dejando de lado la condescendencia para intentar acercarse a la objetividad. De esta forma, Pérez-Mallaína deja al descubierto las artimañas de algunos comerciantes chilenos para sacar ventaja de la disputa cerealera contra Perú, valiéndose de recursos tan bajos como calumnias que indicaban el envenenamiento de sus tierras luego del terremoto de 1746 en Lima .
Ambos autores, de formas distintas, sugieren la idea de la conveniencia del Engaño para cimentar las bases de esta invención llamada Estado. El Engaño como el mejor engrudo resulta conveniente, pues cohesiona masas sociales tan dispares entre sí, que de otra forma, no podrían sentir lazos comunes. El aplacamiento de diversos actores en pos de la figura rutilante de un estadista genial, de un granjero, o, en último caso, de un cerdo, capaz de mantener al resto de la granja a raya. Por otro lado, la posibilidad de aunar energías y odios frente a un enemigo común, Perú.

sábado, 22 de enero de 2011

Transformación.

El grito ensordecedor desembocó en silencio. El odio amenazante en un abrazo fraterno. La angustia en paz. La rabia sangrienta en un llanto sincero. Las certezas en dudas.El alivio en culpa. Tus huesos en polvo.